Combatir la fatiga por la continuidad del negocio: Estrategias innovadoras para mantener a su equipo comprometido

En el dinámico y a menudo impredecible mundo de los negocios, la gestión de la continuidad se ha convertido en un pilar, una protección duradera contra posibles interrupciones operativas. Sin embargo, así como una vela parpadea antes de apagarse, los períodos prolongados de vigilancia y los ciclos repetidos de gestión de crisis pueden conducir a lo que se conoce como «fatiga de la continuidad del negocio». Se trata de un enemigo invisible, aunque insidioso, que sabotea silenciosamente nuestras estrategias y embota nuestra resiliencia.

Este artículo explora la fatiga de la continuidad del negocio, un fenómeno ignorado que supone una amenaza significativa para el tejido mismo de nuestra resiliencia operacional. Esta amenaza no surge de ningún desafío externo, sino dentro de nuestras propias filas, y se manifiesta en la falta de compromiso, disminución de la productividad y una erosión gradual de la moral. En resumen, la fatiga de la continuidad del negocio no es solo agotamiento; es una desvinculación lenta y progresiva de nuestros esfuerzos y objetivos de continuidad del negocio.

¿Las buenas noticias? Esta fatiga no es insuperable. Al emplear una serie de estrategias innovadoras, es posible reavivar el compromiso de nuestros equipos y restaurar la vitalidad y eficacia de nuestros planes de continuidad. Entonces, profundicemos, comprendamos esta amenaza y exploremos formas prácticas e innovadoras de garantizar que nuestros equipos permanezcan comprometidos, energizados y listos para garantizar la continuidad, sin importar las tormentas que podamos enfrentar.

La fatiga de la continuidad del negocio, aunque es un término que no suele encontrarse en sus operaciones diarias, es una realidad con la que lidian muchas organizaciones, sobre todo aquellas que han soportado crisis recurrentes o cambios significativos. Pero ¿qué encapsula exactamente esta frase? Desmitificémoslo.

Piensa en correr un maratón, donde la adrenalina y la motivación iniciales te impulsan hacia adelante. Sin embargo, a medida que se acumulan los kilómetros, cada paso se vuelve más pesado, la respiración se vuelve más difícil y la línea de meta parece cada vez más lejana. Este agotamiento progresivo, tanto físico como mental, es similar a lo que entendemos por fatiga de continuidad del negocio. Excepto que, en nuestro contexto, el maratón es el largo trayecto de gestión y mantenimiento de la resiliencia operacional frente a crisis continuas o repetidas.

En esencia, la fatiga de la continuidad del negocio se manifiesta como un cansancio colectivo, un entusiasmo menguante y una disminución de la productividad en un equipo que se enfrenta continuamente a interrupciones o amenazas. El estado constante de vigilancia, la planificación incesante y la ejecución repetida de estrategias de continuidad pueden provocar sentimientos de agotamiento y desinterés. Es como si el equipo estuviera atrapado en un bucle interminable, el Día de la Marmota de gestión de crisis.

La naturaleza insidiosa de esta fatiga reside en su sutileza. No se anuncia con fanfarria ni con una caída dramática en el rendimiento. En cambio, se filtra silenciosamente en la estructura del equipo, erosionando lentamente la moral, reduciendo la productividad y debilitando la determinación incluso de los individuos más dedicados. Si no se aborda, tiene el potencial de socavar la gestión de la continuidad del negocio, haciendo que su organización sea vulnerable cuando se produzca la próxima interrupción.

Tomando ejemplos del mundo real, consideremos empresas que han enfrentado repetidos ataques cibernéticos o aquellas en regiones propensas a desastres naturales. El ciclo constante de preparación, respuesta y recuperación puede ser física y mentalmente agotador, conduciendo gradualmente a la fatiga de la continuidad del negocio.

Comprender este fenómeno es el primer paso para abordarlo. Al reconocer sus señales y conocer sus efectos, los líderes pueden diseñar estrategias de manera proactiva para contrarrestar esta fatiga, asegurando que sus equipos sigan comprometidos y que su resiliencia organizacional se mantenga sólida. En la siguiente sección, profundizaremos en cómo detectar los signos de fatiga de la continuidad del negocio dentro de su equipo.

Desenmascarar el espectro de la fatiga de la continuidad del negocio dentro de nuestros equipos es sólo la mitad de la batalla. El verdadero desafío consiste en mantener a raya este fantasma. ¿Cómo mantenemos a nuestros equipos comprometidos, motivados y preparados para afrontar cualquier interrupción? Centrémonos ahora en algunas tácticas novedosas para revitalizar nuestros equipos e iniciativas de continuidad del negocio.

  1. Mejorar la comunicación: La transparencia y la franqueza son las piedras angulares de cualquier dinámica de equipo saludable. Cuando se trata de combatir la fatiga, una comunicación frecuente, clara y significativa puede hacer maravillas. Esto podría tomar la forma de actualizaciones periódicas sobre el progreso de los esfuerzos de continuidad del negocio, proporcionando contexto y claridad para ciertas medidas, o incluso creando foros abiertos para discusión y retroalimentación. Esta estrategia fomenta un sentido de inclusión, propósito compartido y un entorno donde todos se sienten escuchados, valorados y parte de un todo.
  2. Fomentar la resiliencia: la fatiga de la continuidad del negocio puede considerarse como un problema de resiliencia a nivel personal y de equipo. Al promover la resiliencia, equipamos a nuestros equipos con las herramientas para navegar estos escenarios exigentes. Esto podría lograrse mediante programas de entrenamiento de resiliencia, apoyo a la salud mental o incluso garantizando que el equipo tenga un tiempo de inactividad y períodos de recuperación adecuados después de una crisis. Se trata de construir un equipo que no sólo se recupere, sino que avance, aprendiendo, creciendo y fortaleciéndose con cada desafío.
  3. Priorizar el bienestar de los empleados: Un equipo agotado es un equipo improductivo. Dar prioridad al bienestar de los empleados ya no es algo “bueno”; es un imperativo organizacional. Los acuerdos de trabajo flexibles, los programas de bienestar, los recursos de salud mental y los controles periódicos pueden ayudar a reducir la fatiga, aumentar el compromiso y construir una cultura solidaria dentro de la organización.
  4. Fomentar una cultura de adaptabilidad: ante cambios constantes y crisis periódicas, cultivar una cultura de adaptación puede ser un antídoto contra el cansancio. Esto implica no sólo preparar a su equipo para el cambio, sino también brindarles las habilidades y la mentalidad necesarias para tener éxito en él. Se trata de fomentar en tu equipo un sentimiento de curiosidad, flexibilidad y sed de aprendizaje constante.
  5. Implementar una gestión de cambios eficaz: los cambios frecuentes sin una estrategia de gestión de cambios adecuada pueden exacerbar la fatiga de la continuidad. La implementación de una estrategia eficiente de gestión del cambio garantiza que los cambios se introduzcan de manera sistemática e inteligible, ofreciendo asistencia durante la transición y disminuyendo el estrés y el cansancio que pueden acompañar al cambio constante.

La adaptabilidad de estos métodos es lo que los hace tan atractivos. Se pueden adaptar a las necesidades particulares de su equipo, así como a las dificultades específicas que enfrenta su empresa. En la siguiente sección, analizaremos una corporación ficticia que ha utilizado eficazmente estas tácticas para superar la fatiga de la continuidad del negocio con resultados reveladores.

Es útil presenciar estos métodos en acción para comprender adecuadamente su poder y potencial. Profundicemos en un estudio de caso teórico que muestra cómo estos enfoques innovadores pueden dar nueva vida a los fatigados esfuerzos de continuidad del negocio.

 

Caso real:

Acme Corp: Cambiando el rumbo de la fatiga

Acme Corp, una empresa tecnológica líder, se vio asediada por una serie de ataques cibernéticos en un corto período de tiempo. A pesar de sus sólidas medidas de ciberseguridad, el implacable ataque comenzó a pasar factura al equipo responsable de gestionar estas crisis. Los signos de fatiga por la continuidad del negocio eran evidentes: un descenso de la productividad, un agotamiento visible, una moral en declive e incluso una mayor rotación dentro del equipo.

Consciente de la urgencia de la situación, la dirección de Acme Corp decidió adoptar un enfoque proactivo.

  • Mejorar la comunicación: La primera estrategia que implementaron fue mejorar la comunicación dentro del equipo. Los líderes comenzaron a enviar actualizaciones periódicas y detalladas sobre los esfuerzos en curso contra las amenazas cibernéticas y el estado general del plan de continuidad del negocio. También introdujeron foros abiertos donde los miembros del equipo podían expresar sus inquietudes, hacer preguntas o compartir sus ideas. Este diálogo abierto ayudó a reducir la incertidumbre y la ansiedad entre los miembros del equipo y fomentó un sentido de propósito colectivo.
  • Fomentar la resiliencia: Acme Corp puso en marcha un amplio programa de capacitación en resiliencia. Esto incluía recursos sobre manejo del estrés, técnicas de autocuidado e incluso servicios de asesoramiento. También introdujeron los “Días de recarga”, donde el equipo disponía de tiempo libre después de crisis importantes para descansar y recuperarse. Estas iniciativas ayudaron a mejorar la capacidad del equipo para afrontar los desafíos y recuperarse con más fuerza.
  • Priorizar el bienestar de los empleados: La empresa implementó varias iniciativas de bienestar, incluidos horarios de trabajo flexibles, opciones de trabajo remoto y controles periódicos de salud mental. También introdujeron un programa de asistencia a los empleados que brindaba acceso a recursos y asesoramiento sobre salud mental. Este énfasis en el bienestar contribuyó a un equipo más saludable, feliz y comprometido.
  • Fomentar una cultura de adaptabilidad: Acme Corp también introdujo varias medidas para fomentar una cultura de adaptabilidad. Ofrecieron programas de formación y desarrollo destinados a equipar a los miembros del equipo con nuevas habilidades y fomentar una mentalidad de crecimiento. Celebraron la adaptabilidad y la flexibilidad como rasgos valorados dentro de la organización.
  • Implementación de una gestión de cambios eficaz: Finalmente, Acme Corp estableció un sólido proceso de gestión de cambios. Los cambios se introdujeron de manera estructurada y gradual con una comunicación clara y un amplio apoyo brindado al equipo durante todo el proceso. Este enfoque ayudó a reducir el estrés y la incertidumbre que a menudo se asocian con el cambio.

En los meses posteriores a la implementación de estas estrategias, Acme Corp observó una mejora notable en el compromiso y la moral de su equipo. La productividad se recuperó, la rotación disminuyó y el equipo demostró una mayor resiliencia ante las interrupciones posteriores.

Este ejemplo teórico de Acme Corp da un ejemplo del poderoso potencial de estas estrategias para combatir la fatiga de la continuidad del negocio. También resalta la importancia de mantener a su equipo comprometido, energizado y preparado para enfrentar cualquier interrupción que se presente. Recuerde, el papel proactivo del liderazgo es crucial para que estas estrategias sean un éxito.

Es obvio que la fatiga de la continuidad del negocio no es un efecto secundario inevitable de lidiar con desastres continuos o recurrentes. Por el contrario, es una estrategia que puede llevarse a cabo con éxito combinando conciencia, inventiva y tenacidad. La clave del éxito es mantener a nuestros empleados comprometidos, motivados y preparados para afrontar cualquier interrupción con determinación y tenacidad. Estas estrategias innovadoras (mejorar la comunicación, fomentar la resiliencia, priorizar el bienestar de los empleados, fomentar una cultura de adaptabilidad e implementar una gestión eficaz del cambio) proporcionan una hoja de ruta práctica para combatir la fatiga de la continuidad del negocio.

Como lo demostró Acme Corp, estas estrategias, cuando se adaptan a las necesidades de su equipo y se implementan con diligencia, pueden cambiar el rumbo de la fatiga, aumentando la moral del equipo, la productividad y la efectividad de sus esfuerzos de continuidad del negocio.

Sin embargo, es crucial recordar que la responsabilidad de combatir la fatiga de la continuidad del negocio recae directamente sobre los hombros del liderazgo. Son los líderes quienes deben reconocer los primeros signos de fatiga, comprender sus implicaciones y tomar medidas decisivas. Al hacerlo, no sólo garantizan la solidez de su gestión de la continuidad del negocio, sino que también demuestran un cuidado genuino por sus equipos, un rasgo que alimenta la confianza, la lealtad y, en última instancia, un mayor compromiso.

Entonces, como líderes que navegan por los complejos mares de la continuidad del negocio, permanezcamos alerta contra el enemigo silencioso de la fatiga. Comprometámonos a mantener a nuestros equipos comprometidos, nutridos y motivados, garantizando que nuestros planes de continuidad del negocio no solo sobrevivan, sino que prosperen, sin importar los desafíos que enfrentemos.

En esta búsqueda, recuerde: un equipo resiliente es su arma más potente contra la disrupción, y un equipo comprometido es el más resiliente de todos.

James Lodge tiene 25 años de experiencia en continuidad del negocio, resiliencia y recuperación ante desastres en los sectores bancario y legal. A lo largo de este tiempo, ha implementado soluciones de integración y continuidad global, ha gestionado situaciones de crisis y ha sido pionero en programas de mejora tecnológica. También tiene un gran interés en gestionar soluciones de resiliencia con mejores prácticas tanto dentro como fuera del lugar de trabajo.

Comentarios

4 comentarios en «Combatir la fatiga por la continuidad del negocio: Estrategias innovadoras para mantener a su equipo comprometido»

  1. Este es un tema muy interesante, a medida que podamos transmitir, capacitar o concientizar a los líderes de la organización podríamos ir en el camino correcto para que la organización esté mucho más comprometida y preparada.
    Muchas gracias!

    Responder
  2. Totalmente cierto y de importante aplicación en las organizaciones, la comunicación es vital para que además de mantener la cultura de continuidad de negocio, los equipos de trabajo crean en la gestión de continuidad y no la empiecen a ver como un requisito más por cumplir, -que no se vuelva paisaje-.

    Responder

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