El apagón del 28 de abril: una lección de resiliencia ciudadana en España y Portugal

Más allá del colapso energético, la respuesta cívica ante la crisis demuestra el poder de la preparación y la solidaridad comunitaria.

El 28 de abril de 2025, la Península Ibérica vivió el mayor apagón eléctrico de su historia. En cuestión de segundos, más de 60 millones de personas en España y Portugal quedaron sin suministro eléctrico durante varias horas, afectando infraestructuras críticas como hospitales, aeropuertos, telecomunicaciones y transporte público. Sin embargo, en medio del caos técnico, emergió un comportamiento ciudadano ejemplar que merece ser analizado desde la perspectiva de la resiliencia y la gestión de crisis.

El comportamiento ciudadano: orden, solidaridad y adaptabilidad

A pesar del colapso del sistema eléctrico y de la magnitud del evento, las autoridades locales destacaron la actitud serena y colaborativa de la población. En municipios como Alcázar de San Juan y Monesterio, los ayuntamientos agradecieron públicamente el comportamiento ejemplar de la ciudadanía durante la emergencia. La ausencia de incidentes mayores y la cooperación con las fuerzas de seguridad reflejan una sociedad preparada para enfrentar adversidades.

En Zamora, por ejemplo, se reforzó la presencia de la Guardia Civil y la Policía Nacional para garantizar la seguridad, mientras que los hospitales operaron con grupos electrógenos, asegurando la continuidad de los servicios esenciales. La población, por su parte, respondió con calma, siguiendo las indicaciones de las autoridades y adaptándose a las circunstancias.

Este tipo de respuesta ordenada, donde la comunidad acata instrucciones, coopera con autoridades y mantiene la calma, es una manifestación clara de una cultura de resiliencia arraigada en la sociedad.

El humor como herramienta de resiliencia

Curiosamente, una de las primeras respuestas colectivas fue el humor. Las redes sociales se llenaron de memes y publicaciones ingeniosas que, lejos de minimizar la gravedad de la situación, funcionaron como válvula de escape emocional y de cohesión social. Este comportamiento también es parte fundamental de la resiliencia humana: encontrar mecanismos para sobrellevar el estrés y mantener el sentido de comunidad.

Lecciones para organizaciones: más allá de la infraestructura

Desde la perspectiva de la continuidad de negocio y la gestión de crisis, el comportamiento ciudadano durante el apagón ofrece aprendizajes importantes para las organizaciones:​

  • Preparación no solo técnica, también humana: Los sistemas de respaldo son vitales, pero igual de importante es que las personas sepan cómo actuar bajo presión.
  • Cultura organizacional resiliente: Fomentar una mentalidad proactiva, colaborativa y adaptativa permite a los equipos responder mejor ante eventos disruptivos.
  • Comunicación clara: La fluidez y claridad en la información evita la propagación del pánico y fortalece la confianza en las instituciones.

Conclusión

El apagón del 28 de abril no solo expuso vulnerabilidades del sistema eléctrico ibérico, sino que también puso a prueba la capacidad de respuesta ciudadana. El resultado fue alentador: una sociedad que, aún sin energía, no perdió la luz de su civismo y solidaridad. Para líderes empresariales y responsables de continuidad, esta experiencia nos recuerda que la resiliencia no solo se construye con tecnología, sino también con comunidad, cultura y preparación.

KAROL CORDERO

Karol Cordero, MBCP, es CEO de ResilienceX. Con más de 14 años de experiencia en Continuidad de Negocio, Gestión de Riesgos y Resiliencia Organizacional, ha liderado proyectos en sectores altamente regulados en América Latina. Inició su carrera en consultoría con PwC en 2010 y ha asesorado a bancos, instituciones públicas y empresas multinacionales en la implementación de marcos de continuidad, análisis de impacto, gestión de crisis y cumplimiento normativo. Es profesora universitaria, conferencista internacional y apasionada promotora de la resiliencia como una competencia estratégica.

Comentarios

1 comentario en «El apagón del 28 de abril: una lección de resiliencia ciudadana en España y Portugal»

  1. Una reflexión profunda y necesaria sobre la importancia de la resiliencia ciudadana frente a eventos inesperados.

    Gracias por aportar una visión tan clara y valiosa que inspira a prepararnos mejor y a actuar con conciencia colectiva.

    ¡Gran trabajo!

    Responder

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